jueves, 7 de junio de 2007

EL CINE QUE DEJA HUELLA...

Como iniciar esta entrada sin que se produzca en mi un halo de nostalgia!!!
No recuerdo ya como es que accedí a Mediterráneo allá por 1992, película ganadora del Oscar a la mejor realización extranjera. Seguramente debido a mi pasión cinéfila y cuando todavía no incursionaba por el mundo helénico. Marcaría, sin saberlo en ese entonces, el rumbo que recorro hoy.
Dirigida por el italiano Gabriele Salvatores, es una joya que seguramente quien navegue por el blog ya habrá visto y coincidirá con esta apreciación.
Otra perla, más contemporánea, que pude disfrutar ya sí en esta etapa griega, es la "Sal de la Vida", "Politikí Kouzina" "A Touch of Spice" "Un Tocco di Zenzero" etc. etc., todas distintas acepciones para la misma genialidad, y en donde se muestran las vicisitudes que hubieron de pasar los griegos-turcos.
Ambas poseen rasgos similares de penas, nostalgia, saudade, el paso inexorable del tiempo, el amor, el destierro... El alejamiento de ese lugar en el mundo que uno hizo propio, y en el que a su vez fuimos marcados a fuego, en el que uno dejó su impronta, su sello, y que las miserias humanas se encargaron de desterrar.
No somos todos terráqueos acaso? O universales si queremos ir "más allá". Por qué atomizar? Por qué poner límites? Los límites son divisiones y las divisiones estigmatizan, nos alejan del fín último que es la felicidad...
Como en la vida misma, EL CINE QUE DEJA HUELLA... O CICATRICES?



Dos extras relacionadas a estas pelis:
1.No dejen de ver "No tengo miedo" ("Io Non Ho Paura") del mismo director de "Mediterráneo", sublime desenlace.
2.No dejen de escuchar la banda de sonido de "La Sal..." a cargo de Evanthia Remboutsika; sonidos para el alma...

SANTIAGO

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